¿CENAREMOS OTRA VEZ?
Hace unos días comenté con un ex compañero de
la facultad que, en una cena, sin precisar fecha, lugar ni circunstancias, uno
de los presentes había sido vilmente atacado, con premeditación y alevosía y
que quienes tenían la posibilidad de decir: Paren, puede haber un error
involuntario pero nunca un interés oculto, además nosotros estábamos enterados
y tampoco nos pareció grave ni que fuera algo novedoso o lesivo.
Cada uno de que los quiso aportar para aclarar
que se trataba de un tema menor, que no había implicancias secundarias, que los
pedidos, injustificados pero reiterados de disculpas eran más que suficientes, fuimos
agredidos en forma verbal o gestual, elevándonos a la categoría de cómplices de algo que desconocíamos, que no revestía ninguna gravedad y que de hecho ya había sido solucionado
Al salir del restaurante, sin acuerdo previo, cada uno de los participantes
expresamos que: “A estas cenas, no vengo más”, dando sus razones, una
más entendible que la otra,
Mi ex compañero de Ingeniería, luego de escucharme con mucha
atención, me sugirió una serie de variantes de actuación para el futuro, de lo lamentable que sería perder esos encuentros que se venían consolidando y terminó
aconsejándome que leyera Instrucciones para elegir en un picado, del famoso Alejandro
Dolina (https://enriquebianco.com.ar/instrucciones-para-elegir-en-un-picado-alejandro-dolina/)
que lo comparto para que cada uno saque sus conclusiones.
¡Cenaremos otra vez? That is the question.